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Un encuentro con dos caras nos ofreció ayer el Real Oviedo, con una 1ª mitad calamitosa y una segunda realmente buena. Los azules en el arranque del encuentro estuvieron perdidos, sin ideas y con nervios, lo que aprovechó el Almería para rondar el arco de Juan Carlos; el público llegó a desesperarse, pero lo que no es de recibo es silbar, y menos en el minuto 9´de encuentro. Tampoco voy a repartir carnets de oviedismo, que cada uno es lbre de hacer lo que quiera dentro de la legalidad, pero a mi no me parece lógico.
En la 2ª mitad todo cambió: la reprimenda de Fernando Ruiz surtió efecto y los azules superaron en todo a un Almería que nada pudo hacer ante el empuje carbayón, que con un Toché y un Nando sensacionales, doblegaron a los andaluces.
1ª mitad
Fernando Ruiz introdujo dos cambios respecto al once de Valladolid, dando entrada a Varela por Peña y Pereira por Linares. En esta mitad el equipo estuvo romo, lento, nervioso y sin ideas; el mister almeriense situó a Diamanka pegado a Lucas Torró y los azules no eran capaces de tener la pelota, perdiéndola al instante ante la impaciencia del respetable. Los visitantes tuvieron varias oportunidades de anotar, sobre todo una poco después de la lesión de Verdés, en un cabezazo de Chuli a la base del poste.
2ª parte
Todo cambió; el equipo salió mentalizado para comerse al rival, a tener el pelotu, a jugar con velocidad, y de la mano de un genial Toché y un incisivo Nando, los mejores de largo, comenzaron a inquietar a Casto. Anotaba Toché y poco después Diamanka veía la 2ª amarilla, y aquí ya se acabó la poca resistencia almeriense en esta parte. Con 10 la tuvo el Almería, pero providencial era Juan Carlos en un paradón antológico; Nando sentenciaba y Linares no culminaba en gol una doble oportunidad.
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